El protector para labios es un elemento del cuidado personal muy importante, por lo tanto debe elegirse y usarse adecuadamente.
¿Para qué sirve ?
La piel de los labios es muy delicada: es delgada, prácticamente no tiene color y carece de grasa natural. Además, está expuesta constantemente a los factores del ambiente, por eso se deshidrata con facilidad y puede llegar a agrietarse. Los bálsamos labiales forman una película que favorece su hidratación y la protege frente a agresiones externas. Esto mantiene los labios en buen estado y los hace lucir saludables.
¿Cómo elegir un bálsamo labial?
Aunque la mayoría tiene fórmulas parecidas, cada uno ofrece características particulares. Presta atención a ellas:
- Presentación. Aunque el más común es el protector en barra, también pueden encontrarse bálsamos en crema o gel.
- Efectos extra. Algunos incluyen ingredientes como la lanolina, que mejoran su adherencia. Por otro lado, existen labiales que ofrecen un efecto hidratante de labios.
- Reparación. Si se te agrietan a menudo los labios, tal vez te interese una alternativa que contribuya a regenerar su piel. En este sentido, los bálsamos con vitaminas B5, E y C podrían ayudar.
¿Cómo usarlo?
No basta con elegir el producto adecuado; también hay que utilizarlo de manera correcta:
- Aplícalo diariamente y todo el año.
- Reaplícalo las veces que sea necesario.
- Utilízalo sin importar tu edad o sexo.
- Si sólo usas bálsamo, no hace falta retirarlo.
Además, es importante tener algunos cuidados para mantener los labios en buenas condiciones:
- Desmaquíllalos con algodón y un desmaquillante especial.
- Evita morderlos o humedecerlos con saliva.
- Enjuágalos bien después de cepillarte los dientes.
¡Olvídate de los labios partidos!