Hace algunos meses hablamos acerca del masaje linfático, y hoy queremos reforzar esa información de una manera más concisa y simple, porque creemos que es muy importante saber todo lo bueno que podemos obtener de los tratamientos que encontramos en Dermos.
El sistema linfático cumple una doble función: depuración, al eliminar las toxinas y protección, al modular la respuesta del sistema inmunitario frente a bacterias, virus y otras sustancias extrañas.
La primera de estas funciones implica evitar la acumulación de líquidos y la absorción de la grasa y las vitaminas solubles desde el aparto digestivo para transportarlas mediante el sistema circulatorio, del que forma parte.
Por ello el masaje linfático es un tipo de masaje, suave y ligero, que se aplica sobre el sistema circulatorio, cuyo objetivo es movilizar los líquidos del organismo para favorecer la eliminación de las sustancias de deshecho que se acumulan en el líquido que ocupa el espacio entre las células. De ahí que una de las principales aplicaciones del masaje linfático es en la retención de líquidos, pero también se utiliza en el tratamiento de la celulitis, los problemas de circulación, las piernas cansadas, los procesos de cicatrización, los edemas, etc.
Los beneficios del masaje linfático en todos estos campos se debe a que:
El masaje linfático es un buen tratamiento para la piel, ya que favorece la circulación de la sangre ayudando a que no se formen bolsas y arrugas. Otra de las aplicaciones más importantes se centra en los procesos postoperatorios de intervenciones de cirugía estética, ya que contribuye a acelerar la curación de los tejidos, evita que se produzcan edemas, reduce la inflamación, el dolor y aumenta la calidad de la cicatriz.
Si tienes más dudas acerca del masaje, no dudes en contactarnos, con gusto resolveremos todas tus preguntas para que puedas agendar tu cita con confianza.