Con la llegada del frío seguramente cambias algunas de tus rutinas para protegerte. Sin embargo, es probable que a veces olvides otras que siempre son importantes, como ponerte protector solar. ¿Sabías que no sólo debes usarlo en verano, durante los días soleados o cuando sales de casa? ¡Lo necesitas en todo momento!
Utilizar protector solar no es exclusivo del verano. La piel siempre está expuesta a los rayos UVB y UVA. De hecho, si vas a lugares nevados, es aún más importante usarlo, ya que la nieve refleja los rayos solares.
También es importante recordar que el daño solar es acumulativo, por lo tanto, cada vez que te ”quemas” aunque visiblemente regreses a tu estado natural, tu piel ya ha sufrido.
Las bajas temperaturas afectan a la piel si no tiene protección solar. Aunque el ambiente es más frío, la falta de humedad y el viento resecan la piel y la vuelven más sensible.
Esto pasa no sólo con la piel de tu rostro. También ocurre con la de tus labios y manos, con tu cabello e, incluso, con tus ojos. Por ello, además de un protector solar para la cara y cuerpo con FPS mínimo de 15, debes protegerte físicamente del sol.
Recuerda que el factor de protección solar (FPS) es el tiempo de exposición límite para producir eritemas en la piel. Cuanto mayor sea el FPS del protector que uses, más tiempo te protegerá del sol.
Por otra parte, debes mantener tu piel hidratada para evitar la resequedad que ocasionan los cambios de temperatura. Beber suficiente agua y usar cosméticos hidratantes son algunas formas para conseguirlo.
El sol te ayuda a producir vitamina D, que tiene muchos beneficios para la piel. Sin embargo, puede ser dañino si abusas de él o no tomas las precauciones necesarias al exponerte. Sin importar la temporada del año, cuida tu piel usando protector solar.